Saberes Amazónicos, es un blog que trata de motivar la reflexión sobre los milenarios saberes de los pueblos de culturas originarias, andino-amazónicas en particular, sobre sus cosmovisiones o maneras de ver el mundo, temas de biodiversidad y cultura respecto a la crianza de la vida en todas sus formas: la chacra, el monte, la medicina tradicional, la espiritualidad amazónica.
Amigo lector acompañenos a descubrir este mundo maravilloso para quererlo y conservarlo por siempre.
Mario Arévalo Rivera

LA CHACRA CAMPESINA DE SIEMPRE:BIODIVERSA.

La chacra campesina es, por definición, un espacio de simbiosis entre arbustos, árboles y cultivos en permanente recreación, pues ellos hacen parte del ciclo: monte-chacra-monte. El destino del área no es la producción de un solo cultivo, sino de muchos cultivos asociados con árboles que, luego de un periodo volverán a ser monte. Es decir la chacra es transitoria y forma parte de la vida del monte. En la las chacras campesinas, el árbol o los árboles ya están ahí y son un miembro más de la chacra; en la instalación de la chacra no solo cuentan los cultivos que se siembran sino también los árboles que están. Asimismo entre el cultivo, el árbol y el criador hay un acuerdo sobre la arquitectura de la chacra : dónde van árboles y dónde van cultivos, y se van disponiendo y se van disponiendo de acuerdo con las circunstancias climáticas, agroastronómicas, diversidad de suelos, topografía del área, etcetera. Lo que podríamos definir como microzonificación campesina.
El monte, en la cosmovisión amazónica, es el espacio donde conviven muchos seres vivos mutuamente relacionados: insectos en diferentes formas y especies, mamíferos, aves, reptiles, sonidos, microclimas cambiantes, olores, un monte sobre otro monte. Una chacra de sanaciones y curaciones lugar encuentro con las deidades o ánimas.

EL MITO MODERNO DEL DESARROLLO

El mito moderno de que el hombre es más que la naturaleza y la puede poseer mediante el conocimiento científico está aún peligrosamente vigente en muchas mentes fascinadas por la modernidad, cuyo valor máximo es la mejora material de las condiciones de vida humana, a todo costo: salir de la pobreza destruyendo todos los ecosistemas del mundo. El desaroollo de los úiltimos 60 años ha generado una enagenación aguda entre nosotros, provocando que apreciemos a los demás seres vivos como objeto de explotación y, que creamos que los seres humanos somos más importantes que cualquier otra entidad viviente. Nos resulta difícil y ajena la posibilidad de entender que la comunidad humana, la comunidad natural y la comunidad espiritual somos seres vivos equivalentes, que formamos parte de una entidad mucho mayor y más diversa, nuestra Madre Tierra Viva.






En los últimos años la Amazonía no ha retenido su cobertura vegetal natural: se calcula en 62 mil hectáreas los espacios de monte talados anaualmente, de las cuales 48 mil corresponden a la Región San Martín. Para constatar tal afirmación basta ver lo que sucede en los rios Mayo, Ponaza, Biavo y otros que conforman la cuenca del Huallaga. el panorama diverso es sustituido en las mejores tierras por paisajes monoculturales. Extensas colinas están llenas de gramíneas y otras herbáceas, indicadoras de degradación de los suelos. Muchas quebradas han desaparecido.













La agricultura campesina caracterizada por su diversidad está rezagada, predomina la producción para el mercado externo. La tradición por la que la chacra convive con el monte para recrear armoniosamente el paisaje es una práctica constantemente amenazada. Tal fenómeno de explotación de la naturaleza ha producido el empobrecimiento de los campesinos, al tiempo que la naturaleza se agota, se agudiza la crisis social, medioambiental. "Antes eramos pobres, pero vivíamos bien ; hoy tenemos que migrar a la ciudad en una aventura de tristeza y abandono", frase que refleja las circunstancias por las que atraviesan muchos campesinos. Las que se enriquecen son las empresas agrícolas y el comercio; pero la naturaleza y la mayoría de los campesinos pasan por su peor momento. Mientras las autoridades pugnan pòr apalancar el desarrollo, reforzar el ancalaje económico, otros consideramos que el foco de atención debe estar centrado en la afirmación y vigorización de las prácticas y propuestas de apoyo a la pequeña agricultura y la forestación, siendo la agricultura tradicional la principal actividad productiva de la mayoría de la población rural amazónica. ella es el fundamento de la alimentación, la salud y otro tipo de ingresos, pues aporta el 70% de la producción del país.

"ARBOLES EN LA COSMOVISIÓN AMAZÓNICA"



  1. Los bosques de las selvas tropicales sufren una explotación y deforestación extensa e intensa insospechable. Se han destruido importantes porcentajes de los bosques de la Amazonía de manera acelerada a lo largo del siglo xx; la explotación ilegal y depredadora del denominado recurso madera, ha sido- sigue siendo- la practica dominante. En uno de los siete países del mundo más frágiles frente al cambio climático, situación de enorme gravedad. La expansión de áreas degradadas prooduce alteraciones climáticas a escala local y global, especialmente en las acondiciones microclimáticas, fragmentándose y/o rompiéndose el paisaje forestal. Esto último a su vez, afecta el flujo genético de organismos que dependen de la cobertura arbórea, lo que ocasiona el aislamiento reproductivo de poblaciones de especies vejetales y animales silvestres. Uno de los aspectos más apreciados del saber de los pueblos que habitan la vertiente oriental de los Andes es su relación profunda con las diversas formas de vida, con quienes comparte su existencia. Sabiduría que se ve prondamente afectada con la implementación de políticas de explotación mercantil.


  2. El libro presenta información ecológia y etnobotánica de cincuenta especies forestales nativas y acostumbradas, que puede servir como guía para el establecimiento de programas de recuperación agroecológica y quizá de producción forestal. Cada árbol nos transporta de manera simple al mundo chacarero amazónico, donde la comunidad humana se fusiona, vive en simbiosis con la entidad natural.


  3. El libro sistematiza información vivenciada de muchas especies del monte amazónico, muchas de ellas en grave riesgo de desaparecer por la presión de prácticas agrícolas devastadoras. Sin embargo podemos apreciar cómo en lenguaje claro y sencillo se narra la cosmovición amazónica, el uso respetuoso y sostenible del monte, el agua, el suelo, tratando a las plantas como parientes a quienes se debe cariño y respeto.


  4. Durante siglos se viene dando la espalda al saber ancestral sobre la conservación de la biodiversidad de nuestras comunidades amazónicas, de ahí que se requiere con urgencia comprender y valorar el milenario patrimonio cultural de los pueblos de culturas originarias que habitan el flanco oriental de los Andes: la Amazonía.


  5. El libro es un llamado a contribuir en la reducción de la agresividad del hombre contra la naturaleza, a recuperar las sensaciones de cariño por ella, sentir que vivimos en un mundo de equivalentes para compormeternos en la conservación y afirmar nuestra cultura de crianza de la diversidad. Al mismo tiempo conocer el mundo vivo del monte para sentir que vivimos en un mundo comunitario donde el individualismo, característica del mundo moderno, no tiene cabida o simplemente no existe. El parentesco no solo es una cualidad de los humanos, si que es también atributo de todo cuanto existe: semillas, quebradas, animales deidades, árboles, suelos, climas, etc. Lo sagrado, lo espiritual en un mundo inmanente no son algo que están fuera del entorno más cercano y real.


  6. La espiritualidad no es algo a lo que se accede por la fe en lo sobrenatural, por el contrario , es cercano y puede ser percibibo sensorialmente dentro de un mundo de emoción. Pretendemos despertar el aprecio por el mundo panteísta en que vivimos, excento de fundamentalismos. El vivir con cariño y respeto por todo cuanto existe se hacen patentes y evidentes en las vivencias cotidianas: rituales a las deidades del monte, a los cerros tutelares a los rios, árboles como lupuna, cahua, sanango copal a las que se accede por la vivencia, por esa relación de inmediatez que borra las distancias.